NERVIO OPTICO
Son 4 las neuronas relacionadas
con la conducción de los impulsos visuales hacia la corteza visual: 1) conos y bastones, que son las
neuronas receptoras especializadas de la retina 2) neuronas bipolares, que conectan los conos y
bastones con las células ganglionares 3) células ganglionares, cuyos axones conforman el
nervio óptico 4) neuronas del cuerpo geniculado
lateral, cuyos axones terminan sinaptando en las neuronas de la corteza
visual primaria.
Los axones que conforman el
nervio óptico se originan en la capa ganglionar de la retina. Desde allí, estos axones convergen en el disco
óptico (papila óptica), que está a 2 - 4 mm. del centro de la retina. Las fibras mielínicas del nervio
óptico están cubiertas de oligodendrocitos, por lo que constituyen un tracto dentro del sistema
nervioso central dado que la retina deriva como una evaginación del diencéfalo.
. El nervio óptico deja la cavidad orbitaria a través del canal óptico para unirse con el nervio contralateral y
conformar el quiasma óptico.
El quiasma óptico se encuentra
junto a la unión del piso y pared anterior del tercer ventrículo.
Sus ángulos anterolaterales se
continúan con los nervios ópticos, mientras los posterolaterales se continúan con los tractos ópticos. El quiasma
óptico representa el punto donde las fibras de la hemirretina nasal de cada ojo (incluyendo las
fibras de la hemimácula nasal) cruzan la línea
media para continuar su recorrido por el tracto óptico contralateral.
Por otra parte, las fibras de la
hemirretina temporal junto a las fibras de la hemimácula temporal entran al
tracto óptico ipsilateral.
Cada tracto óptico emerge del
quiasma óptico y rodea los pedúnculos cerebrales para terminar en el cuerpo geniculado lateral, una
eminencia pequeña y ovalada localizada en el pulvinar del tálamo. Cada cuerpo geniculado lateral consta
de 6 capas neuronales, siendo la 1 y 2 ventrales (capas magnocelulares) y la 3 a la 6 dorsales
(capas parvocelulares); las fibras de cada
hemirretina temporal terminan en las capas 2, 3 y 5, en tanto las de la
hemirretina nasal en las capas 1, 4 y 6.
Los axones de las células ganglionares de la retina terminan en una
configuración retinotópica punto por
punto en las seis capas del cuerpo geniculado lateral. Esta estructura no
es un simple relevo de los campos
receptivos centro-perisferia de la retina a la corteza visual, sino que aquí se altera o regula la transmisión de
estímulos visuales mediante el mecanismo de
compuerta, el cual sirve para modular las aferencias visuales hacia la
corteza visual asociada con la atención
visual.
Los axones de las neuronas del
cuerpo geniculado lateral conforman la radiación óptica, la cual atraviesa la porción retrolenticular de la
cápsula interna organizadas retinotópicamente para continuar hacia posterior a lo largo de la
cara lateral del ventrículo lateral hasta terminar en la lámina IV de la corteza visual primaria (área
17) que ocupa los labios superior e inferior del surco calcarino en la superficie medial de
cada hemisferio cerebral. La mitad superior de la radiación óptica conduce impulsos de las
hemirretinas superiores, y la mitad inferior de la radiación óptica las hemirretinas inferiores.
Las fibras de la retina periférica describen una trayectoria en arco en la sustancia blanca
del lóbulo temporal antes de cursar en dirección posterior (asa de Meyer). La corteza visual
primaria se organiza de forma que las proyecciones de cada hemirretina superior terminan en la
corteza sobre el surco calcarino, mientras que las de cada hemirretina inferior lo hacen bajo este
surco. En tanto, la mácula lútea está representada en la porción posterior del área 17, mientras la
periferia de la retina está representada
anteriormente. La corteza visual de asociación (áreas 18 y 19) recibe
aferencias de la corteza visual primaria
y es la responsable del reconocimiento de objetos y de la percepción del color.
Una pequeña proporción de fibras del
tracto óptico pasan directamente al núcleo pretectal y al colículo superior del mesencéfalo donde se
realizan conexiones que median los reflejos
visuales: El colículo superior participa en la orientación de la cabeza
y los ojos hacia un estímulo visual,
mientras el pretectum se relaciona con la respuesta al reflejo pupilar y el
reflejo consensual luminoso. Otros
axones pasan directamente del quiasma óptico a los núcleos supraquiasmáticos del hipotálamo, donde hacen
conexiones que median los efectos de la luz
sobre el sistema endocrino y los ritmos circadianos.