lunes, 1 de julio de 2013

Nervio Optico

NERVIO OPTICO

Son 4 las neuronas relacionadas con la conducción de los impulsos visuales hacia la corteza  visual: 1) conos y bastones, que son las neuronas receptoras especializadas de la retina 2)  neuronas bipolares, que conectan los conos y bastones con las células ganglionares 3) células  ganglionares, cuyos axones conforman el nervio óptico 4) neuronas del cuerpo geniculado  lateral, cuyos axones terminan sinaptando en las neuronas de la corteza visual primaria.

Los axones que conforman el nervio óptico se originan en la capa ganglionar de la retina. Desde  allí, estos axones convergen en el disco óptico (papila óptica), que está a 2 - 4 mm. del centro de  la retina. Las fibras mielínicas del nervio óptico están cubiertas de oligodendrocitos, por lo que  constituyen un tracto dentro del sistema nervioso central dado que la retina deriva como una evaginación del diencéfalo. . El nervio óptico deja la cavidad orbitaria a través del canal óptico  para unirse con el nervio contralateral y conformar el quiasma óptico.

El quiasma óptico se encuentra junto a la unión del piso y pared anterior del tercer ventrículo.
Sus ángulos anterolaterales se continúan con los nervios ópticos, mientras los posterolaterales se  continúan con los tractos ópticos. El quiasma óptico representa el punto donde las fibras de la  hemirretina nasal de cada ojo (incluyendo las fibras de la hemimácula nasal) cruzan la línea  media para continuar su recorrido por el tracto óptico contralateral. Por otra parte, las fibras de  la hemirretina temporal junto a las fibras de la hemimácula temporal entran al tracto óptico  ipsilateral.
Cada tracto óptico emerge del quiasma óptico y rodea los pedúnculos cerebrales para terminar  en el cuerpo geniculado lateral, una eminencia pequeña y ovalada localizada en el pulvinar del  tálamo. Cada cuerpo geniculado lateral consta de 6 capas neuronales, siendo la 1 y 2 ventrales  (capas magnocelulares) y la 3 a la 6 dorsales (capas parvocelulares); las fibras de cada  hemirretina temporal terminan en las capas 2, 3 y 5, en tanto las de la hemirretina nasal en las  capas 1, 4 y 6. Los axones de las células ganglionares de la retina terminan en una configuración  retinotópica punto por punto en las seis capas del cuerpo geniculado lateral. Esta estructura no es  un simple relevo de los campos receptivos centro-perisferia de la retina a la corteza visual, sino  que aquí se altera o regula la transmisión de estímulos visuales mediante el mecanismo de  compuerta, el cual sirve para modular las aferencias visuales hacia la corteza visual asociada con  la atención visual.

Los axones de las neuronas del cuerpo geniculado lateral conforman la radiación óptica, la cual  atraviesa la porción retrolenticular de la cápsula interna organizadas retinotópicamente para  continuar hacia posterior a lo largo de la cara lateral del ventrículo lateral hasta terminar en la  lámina IV de la corteza visual primaria (área 17) que ocupa los labios superior e inferior del  surco calcarino en la superficie medial de cada hemisferio cerebral. La mitad superior de la  radiación óptica conduce impulsos de las hemirretinas superiores, y la mitad inferior de la  radiación óptica las hemirretinas inferiores. Las fibras de la retina periférica describen una  trayectoria en arco en la sustancia blanca del lóbulo temporal antes de cursar en dirección  posterior (asa de Meyer). La corteza visual primaria se organiza de forma que las proyecciones  de cada hemirretina superior terminan en la corteza sobre el surco calcarino, mientras que las de  cada hemirretina inferior lo hacen bajo este surco. En tanto, la mácula lútea está representada en  la porción posterior del área 17, mientras la periferia de la retina está representada  anteriormente. La corteza visual de asociación (áreas 18 y 19) recibe aferencias de la corteza  visual primaria y es la responsable del reconocimiento de objetos y de la percepción del color.

Una pequeña proporción de fibras del tracto óptico pasan directamente al núcleo pretectal y al  colículo superior del mesencéfalo donde se realizan conexiones que median los reflejos  visuales: El colículo superior participa en la orientación de la cabeza y los ojos hacia un  estímulo visual, mientras el pretectum se relaciona con la respuesta al reflejo pupilar y el reflejo  consensual luminoso. Otros axones pasan directamente del quiasma óptico a los núcleos  supraquiasmáticos del hipotálamo, donde hacen conexiones que median los efectos de la luz  sobre el sistema endocrino y los ritmos circadianos.