Definicion, Epidemiologia,
Sintomatología, Tratamiento, Prognostico
La leishmaniasis es una
enfermedad zoonótica causada por un protozoo del género Leishmania y
transmitido por la picadura de mosquitos de los géneros Phlebotomus o mosquito simúlido
hembra. Se ha informado de casos de leishmaniasis en todos los continentes, a
excepción de Australia y la Antártida. En los países de América, la enfermedad
puede encontrarse en México y Suramérica. Se han reportado casos de
leishmaniasis en el personal militar que regresó del Golfo Pérsico. En las
zonas tropicales de Ecuador se lo conoce como "arenillas
Existen diferentes formas de
leishmaniasis, La forma cutánea de la enfermedad afecta la piel y las membranas
mucosas, se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas indoloras en el
sitio de la picadura, La resolución de la enfermedad puede presentarse después
de un tratamiento sistémico, consistente en la aplicación intramuscular de
fármacos basados en Antimonio
La leishmaniasis visceral es la forma
clínica que cobra más vidas mundialmente, afecta el cuerpo entero y es una
forma que ocurre de 2 a 8 meses después de que la persona es picada por el
flebótomo. Esta presentación puede ser fatal si no se trata a tiempo. Se
caracteriza por la inflamación del hígado y del bazo. Los parásitos dañan al
sistema inmunitario disminuyendo el número de células que combaten la
enfermedad.
Leishmania presenta 2 estados
morfológicos, el promastigote y la amastigote. La leishmaniasis a nivel mundial
afecta a 88 países, 67 del viejo mundo y 21 en América. 72 países en desarrollo
y 13 se encuentran en países menos desarrollados. El 90% de los casos de
leishmaniasis visceral se presenta en cinco países: Bangladesh, India, Nepal,
Sudan y Brasil y el 90% de los casos de leishmaniasis cutánea se dan en siete
países: Afganistán, Argelia, Brasil, Irán, Perú, Arabia Saudí y Siria.
El diagnóstico de la
leishmaniasis requiere la visualización directa del parásito en improntas del
sitio de la lesión. Otras posibilidades de diagnóstico, consisten en el cultivo
del protozoo. . Entre los métodos indirectos de diagnóstico se encuentran
métodos serológicos tradicionales como inmunofluorescencia y ELISA.
Los síntomas de leishmaniasis
cutánea pueden abarcar una diificultad para respirar, numerosas llagas en la
piel que pueden volverse úlceras que sanan muy lentamente, además congestión
nasal, rinorrea y hemorragia nasal, se presenta también una dificultad para
deglutir. Los adultos por lo general presentan una fiebre que dura de 2 semanas
a 2 meses, acompañada de síntomas como fatiga, debilidad e inapetencia. La
debilidad aumenta a medida que la enfermedad empeora.
Un examen físico puede mostrar
signos de agrandamiento del bazo, del hígado y de los ganglios linfáticos. El
paciente puede haber sido picado por flebótomos o mosquitos simúlidos o estuvo
en un área donde se sabe que se presenta la leishmaniasis.
Ningún fármaco ni vacuna se ha
mostrado eficaz en la prevención de la enfermedad, por lo que es necesario
utilizar otras medidas preventivas. Es importante evitar estar al aire libre en
las horas de máxima actividad de la mosca de la arena, es decir, entre el
anochecer y el amanecer. Si se sale al exterior en estas horas, habrá que
intentar cubrir la mayor parte del cuerpo con ropa. En las zonas descubiertas
se deben aplicar repelentes con N,N- dietilmetiltoluamida. También es
recomendable el aislamiento de la cama con mosquiteros tupidos impregnados de
permetrina.
El tratamiento de la
leishmaniasis es complicado y la enfermedad presenta una morbilidad sustancial
por lo que a menudo se requieren terapias expeditivas, ya que, de no ser así,
puede haber más complicaciones. El tratamiento de esta enfermedad debe
realizarse bajo control médico. Se utilizan los antimoniales pentavalentes, como
el estibogluconato sódico o el antimoniato de meglumina, administrándose por
vía intravenosa o intramuscular en dosis única diaria. Están contraindicados en
personas que padezcan una insuficiencia renal, hepática o cardiaca ni en
aquellas afectadas por una tuberculosis. Otros medicamentos utilizados son la
anfotericina B, la pentamidina y el ketoconazol. Puede necesitarse una cirugía
plástica para corregir la desfiguración causada por las llagas en la cara
(leishmaniasis cutánea). De igual manera, los pacientes con leishmaniasis viral
resistente a los medicamentos pueden necesitar la extirpación del bazo
Puede necesitarse una cirugía
plástica para corregir la desfiguración causada por las llagas en la cara
(leishmaniasis cutánea). De igual manera, los pacientes con leishmaniasis viral
resistente a los medicamentos pueden necesitar la extirpación del bazo. En el
caso de la leishmaniasis visceral, sin tratamiento la mortalidad es muy
elevada, y aun con tratamiento es también, considerable. Los pacientes inmunocompetentes
diagnosticados tempranamente y tratados de forma adecuada tienen mejor
pronóstico.
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